Tuesday, November 23, 2010

Máxima alerta por bombardeo norcoreano sobre Corea del Sur


Es uno de los ataques más graves desde el fin de la Guerra de Corea en 1953. Hasta ahora hay dos marines muertos.

Seúl, 23 de noviembre.- Corea del Norte perpetró hoy uno de los ataques más graves sobre territorio surcoreano desde el fin de la Guerra de Corea, con el lanzamiento de obuses de artillería sobre una isla habitada que produjeron la muerte a dos marines de Corea del Sur.

Corea del Sur repelió los disparos, que comenzaron a las 14:34 hora local (05:34 GMT) y el intercambio de fuego entre los dos Ejércitos se prolongó durante unas dos horas en las que, según la agencia surcoreana Yonhap, un centenar de proyectiles de artillería norcoreanos cayeron en la isla surcoreana de Yeonpyeong, ubicada en la tensa frontera del Mar Amarillo y habitada por mil 700 civiles.

El balance hasta el momento es de dos marines surcoreanos muertos, cinco militares heridos graves, otros once de carácter leve y cuatro civiles con lesiones, mientras el Ejército de Corea del Sur está en estado de máxima alerta.

Tras abogar por la contención, el presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, consideró que el suceso puede considerarse "una invasión del territorio surcoreano", con la gravedad que supone atacar a civiles, y pidió una respuesta al Ejército.

El general Lee Hong-ki, de la Junta de Jefes del Estado Mayor surcoreano, calificó de "premeditado" el ataque norcoreano, mientras el régimen comunista de Pyongyang acusó al Ejército surcoreano de iniciar el intercambio de disparos, en un comunicado divulgado por la agencia oficial KCNA.

Corea del Norte dijo que Seúl provocó los disparos con las maniobras militares anuales que realiza en la cercanías de esa zona, en las que participan unos 70 mil efectivos, y amenazó con una respuesta militar "sin piedad" si se ataca su territorio.

Los dos marines muertos, de 24 y 20 años, se encontraban en unas instalaciones militares que fueron las más afectadas por los disparos, aunque toda la isla se sumió en el caos y decenas de casas ardieron, lo que obligó a llevar a los residentes a refugios.

El Ejército surcoreano aseguró que sus cañones respondieron al ataque con 80 disparos sobre las posiciones norcoreanas y les causaron "daños significativos".

Inmediatamente después del intercambio de fuego, las tropas surcoreanas fueron puestas en su máximo nivel de alerta en tiempos de paz y se ordenó el despliegue de cazas de combate en la zona, así como la evacuación por barco de los residentes de la isla.

El intercambio de disparos es uno de los más graves desde el fin de la Guerra de Corea en 1953, ya que nunca antes Corea del Norte había realizado un bombardeo a esa escala de un área con población civil.

Este incidente se produce justo cuando habían aumentado las críticas a Pyongyang por un supuesto programa de enriquecimiento de uranio que ampliaría sus posibilidades de obtener ojivas atómicas.

Además, el régimen comunista de Kim Jong-il se encuentra inmerso en pleno proceso para consolidar en la sucesión hacia Kim Jong-un, el hijo menor del líder norcoreano, que recientemente fue ascendido a la cúpula de poder y es considerado el futuro heredero.

La zona donde se produjeron los disparos fue en el pasado escenario de enfrentamientos navales con víctimas militares entre ambos países en 1999, 2002 y 2009 y es fuente de gran tensión, pues Corea del Norte no reconoce la línea marítima que divide los dos países en el Mar Amarillo.

La isla está muy cerca del lugar donde se hundió en marzo el buque "Cheonan", una corbeta surcoreana en la que murieron 46 tripulantes, según Seúl, a causa de un torpedo lanzado desde un submarino norcoreano.

El inesperado ataque de hoy ha llevado a Seúl a volver a reducir los contactos con Corea del Norte y suspender las conversaciones entre los representantes de la Cruz Roja de los dos países previstas para esta semana, así como los intercambios de personas en el complejo industrial de Kaesong (Corea del Norte).

El Ministerio de Exteriores de Corea del Sur ha dado ya los primeros pasos para que este nuevo hecho tenga también respuesta en el seno de Naciones Unidas, lo que podría suponer la convocatoria del Consejo de Seguridad.

El gobierno surcoreano considera este ataque una violación del armisticio que puso fin a la Guerra de Corea en 1953 y ha dado instrucciones a todas sus misiones en el exterior para que transmitan esa postura y recaben apoyos.

El portavoz presidencial, Kim Hee-jung, citado por la agencia surcoreana Yonhap, aseguró que Lee instruyó al Ejército que "se golpeen bases de misiles cerca de las posiciones artilleras de la costa si es necesario. Si hay indicación de una nueva provocación". El ataque acaparó las primeras planas de los diarios. Foto: EFE.

Seúl.- El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, ordenó hoy que se ataquen bases de misiles norcoreanas en la costa si se detectan signos de una nueva provocación, después de que un centenar de obuses cayeran sobre una isla surcoreana y causasen la muerte de dos militares.

El portavoz presidencial, Kim Hee-jung, citado por la agencia surcoreana Yonhap, aseguró que Lee instruyó al Ejército que "se golpeen bases de misiles cerca de las posiciones artilleras de la costa si es necesario. Si hay indicación de una nueva provocación".

Según el portavoz, Lee también pidió al Jefe del Estado Mayor Conjunto, Han Min-koo, una fuerte represalia contra el ataque artillero de 14.24 hora local (05.34 GMT) contra posiciones militares en la isla surcoreana de Yeongpyeong, en aguas del Mar Amarillo (Mar Occidental), habitada por 1.700 civiles, de los que cuatro resultaron heridos.

Lee llegó esta noche (hora local) a su reunión con el Estado Mayor con semblante serio después del ataque de Corea del Norte que mató a dos militares y causó heridas a otros 16.

Además, la isla ha sufrido un gran apagón por la lluvia de obuses, que ha provocado además incendios en una decena de casas.

Agencias/excelsior.com

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