'Es previsible que la violencia permanezca un buen rato entre nosotros”, aseguró el presidente Felipe Calderón durante su participación en el foro Diálogo por la Seguridad, y añadió que en tres años de su gobierno ha llegado a la conclusión de que ninguna autoridad puede abatirla sola.
En una jornada en la que expertos cuestionaron la falta de un análisis previo de la estrategia anticrimen, la incapacidad de comunicar logros y el incremento de la violencia, el mandatario lanzó una advertencia: el tiempo se agota y “luego podemos arrepentirnos” de no haber combatido al hampa.
El Presidente habló también de la “falta de incentivos” de los gobernadores para involucrarse en esa labor y recordó que cuando se retiran las fuerzasfFederales de los estados “no hay nadie que las sustituya” y las ciudades vuelven a quedar “inermes”.
Calderón preguntó al consultor Eduardo Guerrero sobre qué país ha logrado el “milagro” de aplicar una estrategia anticrimen sin exacerbar la violencia. Sin embargo, el especialista respondió que capturar a un capo (Ignacio Nacho Coronel) era como tirar una bola en una mesa de billar, por lo que deben calcularse sus efectos. El mandatario sólo respondió que este juego se trata de meter todas las bolas en la buchaca.
Una interrogante que quedó en el aire sobre la muerte de Nacho Coronel fue la siguiente: ¿qué es más importante: controlar la oferta de metanfetaminas o no desatar una ola de violencia, que ahora pueda contaminar a Guadalajara?
En una sesión en la que cambió la pluma y el papel por una computadora para tomar apuntes y se animó a dialogar de manera directa con los demás panelistas, el titular del Ejecutivo escuchó a Miguel Molina, asesor del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, señalar los riesgos de poner en marcha una estrategia cuando no hay capacidad para enfrentar todos los problemas al mismo tiempo.
El presidente Calderón tuvo precisó también que su administración enfrenta una “lucha” y no una “guerra” contra el crimen organizado, y aceptó similitudes con Colombia, país que pasó 25 años en la lucha contra los cárteles.
El analista Héctor Aguilar Camín afirmó que “la guerra está simplemente perdida en el ámbito de la información”, mientras Mauricio Merino, ex consejero del IFE, alertó sobre el error que implica operar la estrategia de seguridad bajo la idea de “la caja negra”, de la que muy poco se enteran.
El jefe del Ejecutivo admitió que la comunicación de su gobierno en este tema “no ha sido propiamente fuerte”, pero aseguró que no hay intención de sesgar datos u ocultarlos, e incluso invitó a los especialistas a una sesión similar a la del foro en la que se les presentarían datos.
Crítica a estados
El mandatario se refirió también a la parálisis en los estados en temas como depuración de las policías, implementación de la reforma penal y persecución de delitos, y pidió que el asunto no se utilice electoralmente.
Jaime López-Aranda, del CIDE, señaló que existe cierto nivel de acuerdo en que la estrategia debe ser de largo plazo; sin embargo, dijo que ante el incremento de la violencia es necesario un ajuste porque pareciera que asesinar adversarios “simplemente no tiene costo en el país” y es ahí donde debe darse el énfasis para castigar los homicidios.
“El barco tiene sus imperfecciones, pero lo estamos tratando de reparar”, y si al final del sexenio logra que “navegue en mejores condiciones o en condiciones más seguras, yo me daré por satisfecho”, señaló el mandatario.
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