Nota de El Agora
La compra de armas ligeras en México para defensa personal aumentó un 30 por ciento entre 2006 y 2008, señaló la Red Mexicana por los Derechos de la Infancia en un foro para determinar cómo afecta esta situación a los niños.
«Los civiles compran catorce armas al día en este país», apuntó la presidenta de la plataforma social pro infancia, Nashieli Ramírez.
México vive desde hace dos años una fuerte ola de violencia debido a la guerra interna de los cárteles de la droga, a lo que se suma la escasa efectividad policial para castigar los crímenes.
Apenas entre enero de 2006 y diciembre de 2008 hubo más de 10.500 asesinatos atribuidos a la delincuencia organizada, sobretodo en el norte del país, según datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH, defensoría del pueblo).
Actualmente, de acuerdo a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena, que controla al Ejército), hay 2,1 millones de ciudadanos con permiso para portar armas en México, el 99 por ciento de ellos hombres, en un país con una población total de alrededor de 107 millones de habitantes.
Según Ramírez, el costo de una licencia de armas es de 105 pesos (unos 7,45 dólares).
Entre 1992 y 2001, agregó, se han otorgado un total de 5,44 millones de licencias para portar armas.
Además, comprar un arma ligera en el mercado legal puede oscilar entre los 5.000 y los 12.000 pesos (de 355 a 852 dólares), sostuvo.
La Red Mexicana por los Derechos de la Infancia, formada por 65 organizaciones civiles, estimó que en México hay 15 millones de armas cortas ilegales, de las cuales el 95 por ciento proviene de Estados Unidos.
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