El Ministerio britanico de Salud hace un urgente llamado de atención a sus ciudadanos, en medios masivos de comunicación y en los lugares donde venden las lámparas eléctricas de bajo consumo, que han resultado todo un fiasco pero que en México, por el contrario, el Gobierno federal, a través de la Secretaría de Energía y la Comisión Federal de Electricidad, promueve la adquisición masiva de este tipo de focos, que representan un grave peligro para quien los posea en caso de romperse.
Mientras en los países con leyes más estrictas sobre la comercialización o no de productos que pudieran ser un riesgo potencial para quienes los adquieran, los prohíben en caso de comprobárseles positivamente ese riesgo, o de perdida efectúan campañas masivas de información y concientización entre la población acerca de las precauciones que debe adoptar, en México se trata a toda costa de introducir en los hogares mexicanos en este caso los focos ahorradores.
Existe actualmente una campaña federal que facilita a la población mexicana la adquisición de estas lámparas a cambio de los focos incandescentes en cualquier tienda, a despecho de las indicaciones sobre su peligrosidad que han emitido organizaciones e instituciones investigadoras de todo el mundo que han comprobado la nocividad de estos productos, y la explicación es muy simple:
Estados unidos y los países europeos y asiáticos más avanzados se están deshaciendo de estas lámparas por la presión de reconocidas instituciones que demandan su retiro del mercado, y no hallaron mejor forma que enviarlas, como siempre, a las naciones más atrasadas, por lo menos en cuanto a legislaciones que cuidan este tipo de problemas.
México adquirió un grandísimo volumen de estos focos para sustituirlos por los incandescentes, y ahora e encuentra en una lucha denodada por tratar de colocarlos antes de que la sociedad tome conciencia sobre su peligrosidad, de lo contrario perderá las millonarias sumas invertidas en la compra de millones y millones de focos de bajo consumo, y claro, sin importar el ya mencionado riesgo para la salud de los poseedores de estas lámparas, plenamente comprobado.
A continuación, una explicación sobre la composición de estos focos y todo lo que rodea este asunto:
Este tipo de lámparas que son llamadas de ahorro de energía o lámparas de bajo consumo, en caso de romperse nos exponen a un serio peligro. Tanto que todo el mundo deberá salir de esa habitación ¡por lo menos durante 15 minutos! y evitar machucar los vidrios rotos, porque contienen mercurio, que es venenoso y causa jaqueca, desorientación, desequilibrios y diferentes problemas de salud cuando es inhalado.
A muchas personas con alergias les causa problemas en la piel y otras dolencias graves, tocando apenas esta substancia o bien al inhalarla.
Además de eso, el Ministerio de Salud británico (En México deberia ser la CFE, que en vez de eso alienta la compra) alertó sobre no limpiar los restos de la lámpara rota con la aspiradora, ya que desparramaría la contaminación hacia otros lugares de la casa en cuanto se usara nuevamente la misma, es decir la aspiradora.
En caso de que se rompa una de estas lámparas, los restos deberán limpiarse con una escoba común, ser mantenidos en una bolsa sellada, y arrojar ésta luego afuera de la casa, en la basura para
materiales peligrosos (aquí entra otro pero: en México es prácticamente nula la cultura de separar la basura por su tipo), usando guantes de goma para protegerse del contacto con los vidrios y el mercurio.
El mercurio es peligroso, más venenoso que el plomo o el arsénico; en el sitio cid:9.3141714178@web57207.mail.re3.yahoo.com se da una descripción detallada sobre las características de este elemento y su peligrosidad si no se le maneja con precaución.
Las luces fluorescentes compactas (CFL), que son de las que estamos hablando, contienen una pequeña cantidad de mercurio -suficiente para cubrir la punta de un bolígrafo-. El mercurio no puede escapar de una bombilla de luz cuando se está utilizando, pero hay que tener cuidado cuando se recicla.
El Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA, por sus siglas en inglés) hace las siguientes recomendaciones al respecto:
- Evacuar la habitación y tener cuidado de no pisar las piezas de vidrio tiradas en el piso.
- No usar la aspiradora para limpiar el desorden; la máquina lo que hará es recoger los residuos o pequeñas gotas de mercurio y diseminarlas después en el resto de la casa.
- Usar guantes de hule, recoger los restos con una escoba y echarlos en un contenedor de basura especial de materiales peligrosos.
- Vertir los restos en una bolsa de plásico y sellarla perfectamente.
- No poner la bolsa en un deposito normal de basura, en vez de eso, llevarlo a los lugares donde reciclan baterías, que también contienen mercurio, o llevarlo a una dependencia gubernamental que disponga correctamente de los desechos.
- Tratar de no inhalar el polvo del bulbo roto.
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