Bajo el puesto “Asesor de Alto Nivel de Aviación”, el gobierno estadunidense apoyará el cierre de los cielos de México al narcotráfico. Los trabajos y el progreso del asesor serán dirigidos desde Washington.
México.- En un esfuerzo por confrontar el creciente uso de narcoaviones por parte de los cárteles de la droga, Washington incrementará sustancialmente su asistencia aérea al gobierno mexicano y designará a un “asesor especial” para que ayude a la Marina, la PGR, la Secretaría de Seguridad Pública y al Ejército a revivir sus operaciones de intercepción aérea.
Bajo el puesto “Asesor de Alto Nivel de Aviación”, el diplomático será asignado a la Sección Antinarcóticos de la Embajada de Estados Unidos (NAS por sus siglas en inglés) y tendrá como principal reto hacer frente a la crisis derivada del renovado empleo de aeronaves por los cárteles de Sinaloa y el Golfo para transportar droga desde Centro y Sudamérica hacia el sur y el norte de México.
“El asesor proveerá de planeación estratégica, consejos y apoyos (y) administrará la asistencia aérea de Estados Unidos bajo la Iniciativa Mérida”, se resume en el contrato PSC 11-024-INL del Departamento de Estado, del cual MILENIO obtuvo una copia y en el que se anuncia que Washington y el gobierno mexicano están por lanzar una campaña aérea.
“El programa de asistencia en aviación de Estados Unidos incrementará su tamaño y profundidad”, se expone en el documento. “Por ende, será necesario un asesor que administre el incremento en personal y en aeronaves (…) e instituya tácticas operativas y de entrenamiento para mejorar las operaciones aéreas de intercepción, erradicación y vigilancia”.
Como parte de sus responsabilidades, el diplomático —que aún no ha sido designado— deberá mantener un contacto permanente con oficiales de las Fuerzas Armadas Mexicanas, la SSP, la PGR, el Departamento de Estado, la DEA, el Pentágono y la Administración Federal Aérea de Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés).
Pero la situación que encontrará el nuevo zar aéreo de Washington en México es complicada: la flota de la PGR ha sido prácticamente desmantelada, la Fuerza Aérea requiere urgentemente de nuevas unidades, los radares militares al sur del país muestran un acelerado deterioro debido a su edad, las incursiones de avionetas desde Centroamérica se han incrementado y el número de pistas clandestinas detectadas por el Ejército se disparó en un 700 por ciento en el sexenio (MILENIO 08/02/2011).
Con un trasfondo como el anterior, se desprende del contrato que el diplomático estadunidense tendrá entre sus tareas la misión de reconstituir la eficiencia de las unidades aéreas del gobierno mexicano y definir cuántas aeronaves adicionales se necesitan para controlar efectivamente los espacios aéreos del país.
El funcionario también deberá administrar la importación de refacciones para las flotas de distintos cuerpos de seguridad e iniciar un programa de retiro de transportes altamente deteriorados y con varias décadas de uso, como los helicópteros UH-1H de la PGR, remanentes de la guerra de Vietnam que han sufrido numerosos accidentes, costado la vida de varios pilotos y que, en muchos casos, no pueden ya volar con seguridad.
Pero sobre todo deberá reconstituir a la Dirección de Servicios Aéreos de la PGR y dotar de experiencia a la recién creada División de Aviación de la SSP Federal.
“El asesor tendrá que asumir el liderazgo en las operaciones para planear y mejorar las capacidades de las direcciones aéreas de la Secretaría de Seguridad y la Procuraduría General de la República para detectar, perseguir, interceptar y confiscar aeronaves sospechosas”, planteó Washington.
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Otra misión asignada al nuevo coordinador aéreo de la embajada de Estados Unidos será la de revivir o repotenciar la campaña nacional de erradicación por vía aérea de plantíos de mariguana y amapola, que se ha estancado en los últimos años según cifras oficiales de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Y es que desde que las operaciones de erradicación de plantíos fueron transferidas de la Procuraduría General de la República a la Fuerza Aérea Mexicana hace cuatro años, el número de plantaciones destruidas ha sufrido un drástico descenso y hoy se encuentra en el punto más bajo de la última década.
Según estadísticas compiladas por la Sedena, de una cifra récord de plantíos de mariguana destruidos con herbicidas y manualmente en 2000 —con 24 mil 507 hectáreas destruidas—se pasó a sólo 13 mil hectáreas en 2009 y 4 mil 91 hectáreas en el 2010.
También se detectó un descenso en la erradicación de plantíos de amapola. Si en 2000 se destruyeron 154 mil plantaciones, para 2009 se pasó a 70 mil 826 y en 2010 sólo 32 mil 316, aunque la Defensa Nacional sostiene que el número de hectáreas fumigadas se incrementó, al pasar de 11 mil 827 hace 11 años, a 13 mil 345 en el 2009.
Una respuesta parcial al incremento de los plantíos a escala nacional podría ubicarse en el estado de la flota de erradicación: según el gobierno de Estados Unidos, los helicópteros UH-1H empleados para dispersar herbicidas en las plantaciones —y que han sido prestados por la PGR a la Fuerza Aérea Mexicana— se acercan rápidamente al final de su vida útil y deberán ser retirados en los próximos cinco años, cuando mucho.
“(El asesor) deberá planear y coordinar con la SSP y la PGR un plan realista sobre cuándo y cómo reemplazar los UH-1H”, determinó el Departamento de Estado.
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Los trabajos y el progreso del asesor serán dirigidos desde Washington por el Buró de Narcóticos Internacionales y de Seguridad del Departamento de Estado (INL por sus siglas en inglés). Pero se deja en claro que él deberá mudarse a México y aceptar los riesgos de vivir en el país.
“El trabajo del asesor será lo mismo físico como sedentario e involucrará actividades tanto en la embajada como en el campo. Deberá viajar frecuentemente y ser desplegado a terrenos austeros en el desierto o en zonas montañosas”, se explica en el contrato.
Y se le advierte que la situación que enfrentará en México es todo menos fácil. “Su trabajo incluirá viajes al campo (mexicano). Deberá poder trabajar independientemente en áreas remotas del país por largos periodos. Y algunos campos en los que trabajará están en regiones en las que ha habido reacciones hostiles por parte de narcotraficantes y cultivadores”.
Milenio
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